miércoles, 1 de abril de 2009

Cuando llega el fantasma


Recostado en la oscuridad mientras escucho esas baladas rock tan sentimentales, me acurruco en el pequeño espacio de mi sillón, sin sentir y a pesar de la música a tan alto volumen que hace vibrar hasta lo mas recóndito de mi cuerpo, no escucho nada excepto ese grito en mi cabeza que contrasta con la sinfonía de voces seductoras, lentas, profundas y con notas melódicas y al mismo tiempo pesadas, aguanto las lágrimas y suspiro su nombre.

La cancion lo implora, me levanto a gritar, mis pasos hacen circulos en un corto lugar, me encorbo, sostengo mi cabeza con mi mano, los dedos en mi cabellos, rosando mis ojos y mi frente, mis heridas duelen, son estigmas. Mi llanto fluye de reversa, va a mi cerebro, no hay humedad en mis ojos; en mi vals sin sentido me encontre con una botella de ron, que dejaria ciego a mas experto bebedor, un trago directo y saborear, me quema la garganta y por dentro es gratificante; la danza sigue y estoy afonico, me uni a otros seres de luz neon y sabiduria existencial, me aferro a la idea, me arranque la soledad.

No tengo energias, la comodidad y la gravedad me obligan a soñar, otra vez bajo la oscura neblina de la seguridad y yo en pocicion fetal; recuerdo los dias de gloria, anhelo sus brazos, respiro su ser y saboreo sus labios, perdi, el llanto me vencio, la bebida me doblego y la musica me tortura; soy tan masoquista. . .

Desconectado de la realidad, mis ojos mojados y cerrados y mis sensaciones paralizadas, me hace preguntarme si yo se amar y si lo se, por que pido no hacerlo, me cuestiono, me flajelo, lo gozo, lo necesito, me analizo, no como yo mismo si no como alguien externo, un extraño que me da consejo, cuando obtengo las respuestas por fin tengo todo, gane lo que queria, el llanto termino, mis animos regresan y finalemnte estoy solo pero feliz, eso basta, y queda una cosa inconclusa, una sola cosa como siempre: Dejar de abrazar su sombra.

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